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Lo barato cuesta caro, "El error del reclutamiento y selección de talento por precio y no por valor"

  • Foto del escritor: Rinteli
    Rinteli
  • 7 ago
  • 2 Min. de lectura

Por Recursos Humanos Rintel



Reclutamiento y selección de talento


En el mundo empresarial, los errores se pagan… y uno de los más comunes, aunque menos reconocidos, es el reclutamiento y selección de talento únicamente por su costo y no por el valor que aporta. La tentación de reducir presupuestos y elegir al candidato “más barato” suele parecer una estrategia inteligente a corto plazo. Sin embargo, a largo plazo, esta decisión puede salir mucho más cara de lo que se imagina.


El costo oculto de ahorrar en el reclutamiento y selección de talento


Contratar personal con base en un bajo salario o en honorarios económicos puede parecer una victoria momentánea para el área financiera. Pero cuando esa decisión se traduce en bajo rendimiento, errores constantes, falta de compromiso, rotación frecuente o una mala cultura organizacional… el verdadero precio sale a la luz.


¿Qué se pierde cuando se prioriza el precio sobre el valor?


  1. Calidad del trabajo: Los profesionales que realmente aportan valor suelen conocer su valía. Reducir el talento a una cifra económica ignora factores como experiencia, habilidades blandas, pensamiento estratégico o liderazgo.

     

  2. Tiempo: Una mala contratación implica repetir el proceso, capacitar nuevamente, adaptarse a otra persona y corregir errores del pasado. Todo eso cuesta tiempo, y el tiempo también es dinero.

     

  3. Reputación interna y externa: Cuando un equipo percibe que la empresa contrata por lo más barato, se crea un ambiente de desconfianza. Además, los clientes también lo notan: un mal servicio, una mala atención, una mala ejecución… todo impacta.

     

  4. Rotación y desmotivación: Un colaborador contratado por bajo costo difícilmente se sentirá valorado o comprometido. Es probable que busque salir pronto o simplemente cumpla con lo mínimo indispensable.



Valorar a una persona implica más que mirar su salario anterior o sus pretensiones económicas. Se trata de evaluar su potencial, su experiencia, sus logros, su ética y su alineación con los valores de la empresa. Es aquí donde entra el verdadero reto del reclutamiento: aprender a identificar valor más allá del costo.



¿Cómo evitar caer en el error de contratar por precio?


  • Invertir en procesos de selección profesionalizados, con reclutadores que sepan diferenciar entre precio y valor.


  • Evaluar competencias clave más allá de lo técnico: liderazgo, inteligencia emocional, pensamiento crítico, etc.

     

  • Fijarse en el retorno de inversión que ese talento puede generar, no solo en cuánto cuesta.

     

  • Promover una cultura que valore a las personas, no como un gasto, sino como una inversión estratégica.



En conclusión, el talento no es un gasto, es la base del crecimiento de cualquier organización. Contratar barato puede parecer una solución en tiempos difíciles, pero si esa decisión no considera el valor real del profesional, el costo final será mucho más alto. La próxima vez que un líder de empresa o un reclutador se enfrente a una decisión de contratación, que se pregunte: ¿Estoy ahorrando dinero… o perdiendo valor?





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