Radiografía de la violencia laboral en México
- Rinteli

- 24 jul
- 2 Min. de lectura
Por Recursos Humanos Rintel

Clara llegó puntual a la oficina como cada día. Llevaba años trabajando ahí, en esa oficina gris donde las ventanas no se abrían y los silencios eran tan pesados como las tareas interminables. Sabía que hoy tampoco recibiría crédito por su informe, que su jefe volvería a gritarle por errores que no eran suyos y que sus compañeros evitarían mirarla, no por maldad, sino por miedo.
Así es como opera la violencia laboral: no necesita golpes para herir, solo necesita indiferencia, poder mal ejercido y un entorno que la permita.
¿Qué es la violencia laboral?
Se habla mucho de productividad, pero poco de respeto. La violencia laboral ocurre cuando alguien es humillado, ignorado, acosado o sobrecargado de manera intencionada o sistemática. No siempre se da por parte de un jefe: a veces viene de compañeros o incluso de la estructura misma del lugar.
Tipos comunes de violencia laboral
Acoso laboral o mobbing: agresión verbal, aislamiento, sabotaje o manipulación que genera desgaste psicológico.
Hostigamiento o acoso sexual: cualquier conducta no deseada con connotación sexual en el trabajo.
Violencia simbólica: comentarios sexistas, bromas discriminatorias o roles asignados por estereotipos.
Discriminación laboral: negación de oportunidades por edad, raza, género, discapacidad o apariencia.
Violencia estructural: jornadas extenuantes, falta de descansos, amenazas veladas por productividad.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) reveló en 2023 que más del 30% de los trabajadores mexicanos ha experimentado acoso laboral. En mujeres jóvenes, el porcentaje es aún mayor, sobre todo en sectores como servicios, salud y comercio.
Solo 2 de cada 10 personas que sufren acoso lo denuncian.
El 46% de los encuestados que sufrieron violencia dijeron que la empresa no hizo nada al respecto.
Las principales consecuencias reportadas: insomnio, ansiedad, depresión, crisis de pánico y consumo de medicamentos.
Factores que normalizan la violencia laboral
Jerarquías verticales extremas
Liderazgos autoritarios
Falta de canales confidenciales de denuncia
Miedo a represalias o despido
Cultura del aguante: “Si no puedes con esto, no sirves para el puesto”
La Ley Federal del Trabajo prohíbe la violencia laboral, y desde 2019 la NOM-035-STPS obliga a las empresas a detectar y prevenir riesgos psicosociales.
Sin embargo, muchas organizaciones solo cumplen “en papel”. Falta vigilancia, educación y verdadera voluntad de cambio.
Clara, al igual que muchos otros, un día se levantó y dijo “basta”. Su renuncia no fue un acto de debilidad, sino de dignidad. Y aunque salir fue doloroso, supo que su salud mental y su bienestar valían más que cualquier sueldo.
Porque la violencia laboral no debe ser el precio a pagar por tener empleo. Porque un buen trabajo también significa un lugar donde te sientas seguro, respetado y escuchado.
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