Por Abraham Montes de Oca
Si buscamos en internet la definición de “Líder” automáticamente nos arroja dos definiciones: la primera “Persona que encabeza y dirige un grupo o movimiento social, político, religioso, etc.” y la segunda “Persona o cosa que ocupa el primer lugar en una clasificación o competición”. Ambas son correctas pero un líder es mucho más que eso, y desafortunadamente muchas de las personas que ocupan puestos gerenciales en adelante, no lo son o no saben cómo ser un buen líder.
Tenemos que tener claro que ser líder no es fácil, implica tener muchas responsabilidades, tanto profesionales como personales. Ser líder aparte de tener la responsabilidad de dirigir un grupo de profesionales, proyectos y manejo de tiempos, es ser capaz de generar resultados tangibles. Y es ahí donde la gran mayoría de personas con este rol adoptan distintos enfoques.
Muchos creen que adoptando un enfoque de abuso de poder les brindará los resultados que buscan, ya que creen que su equipo está obligado a realizar todas las actividades que ellos les asignen porque es su obligación, pero sobre todo por la necesidad que tienen de cuidar su trabajo. Y la verdad es que es el peor enfoque por el cual se puede optar.
Características de un líder efectivo.
De seguro se estarán preguntando ¿Cómo debe de ser un líder efectivo? En base a nuestra experiencia dentro del rubro de Recursos Humanos por más de 18 años, hemos identificado que un líder efectivo debe de cumplir con los siguientes puntos:
1. Humano: Antes que nada se debe de tener muy presente que un equipo de trabajo son personas que sienten, con sueños, que tienen metas, con distintas formas de ser y muy importante con diferentes necesidades y problemas. Un líder debe de darse el tiempo para conocer a cada uno de ellos, identificar sus fortalezas y áreas de oportunidad. De esta forma podrá denegar de forma correcta las actividades en las cuales le podrán brindar los resultados esperados. Debe recordar darles siempre las gracias por el apoyo que le brindan, ya que el agradecer es sinónimo de reconocimiento a su tiempo y esfuerzo.
2. Flexible: Su lema con el equipo debe de ser “Ganar – Ganar” y el ser flexible le ayudará a tener un mejor compromiso por parte de ellos, debido a que la motivación y la productividad se mantiene de forma fluida e incluso se incrementa. En la actualidad ser flexible es muy importante, siempre y cuando los elementos cumplan con sus actividades en tiempo y forma.
3. Feedback: Como cabeza de un equipo, el brindar una retroalimentación constructiva a cada elemento a su cargo es sumamente importante. De esta forma les ayuda a mejorar con sus actividades, al marcarles el error que tuvieron es una forma de que puedan aprender de ellos, y también los ayuda a crecer profesionalmente al decirles el cómo lo podrían haber resuelto o hecho.
La retroalimentación se tiene que brindar de forma continua, brindando una de manera general para todo el equipo así como de forma individual. También es sano que al mismo tiempo les solicite una retroalimentación, el escuchar sus sugerencias y propuestas le hará identificar sus necesidades e incrementará la fuerza conjunta del mismo.
4. Intuitivo: El ritmo de la oficina en muchas ocasiones se vuelve un poco pesado debido a la carga de trabajo, ya sea por los nuevos proyectos o porque se aproxima la fecha de entrega de algunos. Debe de identificar el momento en el que es necesario darle un respiro a su equipo. Es decir sorpréndelos con una actividad que aligere la tensión. Puede ser desde un café en equipo en la mañana, acompañado de un rico pan y galletas, o una salida a comer una deliciosa pizza.
5. Accesible: Casi siempre va a estar hasta el tope de trabajo y va a buscar tener más tiempo del que realmente tiene. Pero es necesario que siempre tenga su oficina abierta para poder resolver las dudas o inconvenientes que su equipo tenga. El hecho de que puedan acudir a él en cualquier momento del día, les brindará ese respaldo y comodidad que necesitan. Aparte de que obtendrá su incondicional confianza y apoyo.
6. Empoderador: Debe de tener la capacidad de desarrollar en su equipo la confianza y seguridad, para aumentar las fortalezas, capacidades y el incremento su potencial.
Como te puedes dar cuenta el profesionalismo debe de ir de la mano junto con la humildad personal. Todo tiene que ser recíproco, es como decían los mosqueteros “Todos para uno y uno para todos”. En nuestras manos está el desarrollar futuros líderes que continúen con el legado del compañerismo, respeto y de ayuda mutua.
Artículos relevantes: